Entrevistamos a Alejandro Almeida encargado del mantenimiento del Parque Municipal Finky de Turdera.
Alejandro Almeida es un dirigete social, encargado del parque Finky, participante de numerosas luchas vecinales, como el Foro Hídrico de Lomas de Zamora y defensor del movimiento asambleario hablamos sobre el nuevo fenómeno del Finky en Lomas de Zamora.
El Finky Verde es un extenso parque situado entre las calles Santa Marina y las vías, que era utilizado como basural y hoy se ha convertido en un espacio verde y de recreación al que asisten decenas de vecinos cada fin de semana. Desde la Asamblea Finky Verde reiteraron la importancia y la necesidad de hacer allí el reservorio hídrico para que la zona no se inunde.
-¿Por qué el nombre de Finky?
– Desde hace más de 50 años que a este lugar se lo llama así, porque allí vivía un señor que se llamaba Felipe Finck y que había tomado el lugar. Por eso, popularmente se lo conoció como el campito de Finky. Fue una deformación del apellido. Así que nosotros, al impulsar este parque, pensamos que debía mantener el nombre popular.
-¿Que es ahora y que era antes el Parque?
– El Señor Finck utilizaba este terreno como criadero de ganado. Luego fue un lugar donde los pibes venían a jugar a la pelota. Más adelante se hizo una cava que posteriormente se convertiría en un basural, ya que los camiones de basura tiraban todo allí. Y tiempo después se tapó con tierra y se formaron pistas de motocross.
En cierto momento, se hizo un arroyo artificial que se unió al Arroyo Galíndez que desagota la zona denominada “Turdera dos” que comprende las manzanas que están entre la Av. Hipólito Yrigoyen y la calle Santa María y Divisoria. Son 80 manzanas que vuelcan todo el excedente hídrico de la lluvia y el agua podrida a ese arroyo que luego la conduce al arroyo Galíndez.
Actualmente es un Parque Municipal, que convoca a los vecinos del lugar para la recreación, diversión, etc.
– ¿Cómo y cuándo nace el proyecto?
– Hace varios años surgen una serie de carteles que decían que iba a venir un asentamiento, que teníamos que cuidar a nuestros hijos porque venían los “pobres“, un expresión muy despectiva y desagradable para mí.
A partir de eso, realizamos una Asamblea donde participaron casi 400 vecinos. Allí se destacó la presencia de la Comisión del Club Temperley y la de algunos Colegios Privados de la zona. En esta Asamblea un grupo propuso dejar a cargo de estas instituciones el manejo del lugar. Nosotros, dejamos en claro que estas tierras eran públicas, y que en ellas se tenía que hacer algo para el beneficio de todos. Nuestra idea era formar un espacio verde, un lugar para la recreación, deportes, cultura, etc.; en la Asamblea este fue el proyecto que primó. Al comienzo éramos cerca de 400 personas las que formábamos la Asamblea, luego 200, y así hasta llegar a veinte personas que fueron yendo y viniendo a lo largo de los años. Nos reuníamos todos los domingos a las 11 de la mañana, dentro o fuera del campo. Cuando estaba el basural, por ejemplo, nos reuníamos afuera, poníamos un tablón sobre dos piedras y nos sentábamos ahí. Después de un tiempo además de pedir por el Parque también fuimos logrando que se asfalten las calles, que se saque el basural, que tengan agua, que tengan más vigilancia, y demás.
– ¿Fue importante para su realización la decisión política o fue el logro de una iniciativa ciudadana?
-Cuando comenzamos con el proyecto, lo primero que tuvimos que decidir en la asamblea fue a quien le íbamos a pedir la creación del Parque, si al Gob. Nacional, al Provincial o al Municipal.
Se termina decidiendo que se lo íbamos a pedir al gobierno Municipal, que era lo lógico y teníamos el antecedente del Parque de Lomas pero teníamos una duda porque las tierras no estaban en la esfera del Gobierno Municipal, sino del Nacional, ya que eran tierras ferroviarias (nosotros creíamos que por ser tierras ferroviarias estaban bajo Jurisdicción Nacional).
Decidimos hacer el pedido a la provincia pero esto produjo un enfrentamiento porque al Intendente Rossi, medio que no le gustaba la idea del parque; al final, como estábamos cerca de las elecciones fuimos logrando que se aceptara la idea de hacerlo. Así logramos que declarara al Parque de interés municipal, buscamos consenso en nuestros concejales y por unanimidad se aprobó el proyecto de la creación del Parque. Vinieron y pusieron cuatro juegos que estaban muy cerca de las vías, a solo diecisiete metros, una pistita muy finita y mal hecha, y para ellos, eso era el Parque inaugurado.
El haber delimitado la superficie del parque, haberlo reconocido y declararlo de interés Municipal,
para nosotros era un gran paso pero después de las elecciones sufrimos mucho abandono. Tuvimos varias discusiones con el intendente Rossi. Cuando nos presentábamos como opositores, le pedíamos cosas y nos ignoraban. A los tres días de haber asumido el Intendente Insaurralde, inmediatamente, nos llama su secretaria y nos dice que quería reunirse con nosotros. Así que toda la Asamblea fue al Municipio y nos reunimos con el Intendente, el Secretario de Obras Públicas, el Jefe de Gabinete. Ellos nos informaron que al municipio le interesaba avanzar sobre un Parque concreto, real y en beneficio de la gente, y que el Jefe de Gabinete, Guillermo Viñuales, sería el interlocutor entre la Asamblea y el Municipio. A partir de ahí, nos reunimos cada dos meses, durante unos años, consensuando la idea. Nosotros teníamos nuestro proyecto, nuestro arquitecto y presentamos planos de lo que queríamos hacer, a su vez, ellos presentaban sus planos y consensuábamos haber que hacer. Algunas cosas negociábamos y otras nos decían que no.Pero a diferencia de cualquier plaza, este parque fue creado con el consenso de vecinos, por eso se pone como ejemplo a lo largo de todo Lomas de Zamora. Lo que sucedió acá, ya se empieza a replicar en obras como la de “25 de Mayo”. Esto es una nueva manera de hacer política, y es la adecuada.
-¿A cargo de quien está el mantenimiento del Finky?
-Por el momento no hay un director del Parque. Durante la semana se encarga del mantenimiento un equipo de trabajo de José Arteaga, un dirigente importante dentro del Municipio, se dedica a la creación de plazas, al arreglo de calles. Este parque se fue haciendo este con personal municipal, no se hicieron licitaciones. Fue un trabajo lento pero trajo mucha satisfacción tanto al municipio como a la gente.
-¿Qué tipo de espectáculos se programan y a cargo de quiénes están?
– Los espectáculos en general los estoy manejando yo, que soy el encargado del parque, se hacen los fines de semana y algunos lo trae la Secretaria de Cultura del Municipio de Lomas de Zamora, otras veces son vecinos que piden el lugar para hacer su espectáculo, su música o un artista callejero para ganarse el pan digamos. Pero igualmente todo espectáculo que se hace acá es libre y gratuito, lo que les permitimos es que por ejemplo pasen la gorra.
-Notamos que hay vendedores en las afueras del Parque, ¿por qué no se les permite poner
puestos dentro del predio?
– No permitimos que en el Finky se comercie nada. Tratamos de que no haya vendedores ambulantes. Queremos evitar que mientras uno está disfrutando, vengan 50 personas a ofrecerte un producto. Buscamos que las familias estén tranquilas. También tenemos que regular las cuestiones de los vendedores en las puertas de Finky, porque cuando haya mucha gente, tal vez vengan 50 o 100 vendedores y va a pasar a ser una feria.
–El Finky es un de los pulmones de Turdera, ¿hay alguna ley para proteger el lugar?
-Es un espacio público, hay muchas leyes que protegen los espacios públicos, pero nada específico sobre el Finky. Aunque tiene una particularidad pasamos de ser un basurero a realizar una plantación de 1200 árboles autóctonos (como Pinillo, Aguaribuay, Fumo Bravo, etc.). Es decir, que nosotros no salimos a defender una reserva, sino que creamos una. Tal vez en algún momento se la pueda declarar reserva municipal.
Ese día vinieron unas 3000 personas y a partir de eso, el Estado empezó a invertir más. El estado invierte donde hay participación de la gente. Hay días que vienen 6000 personas y nos damos cuenta que esto pasa a ser la playa Bristol, y no es lo que queremos. Por eso, es parte del proyecto municipal y del la Asamblea ampliar el parque una hectárea y media más, crear puente sobre el arroyo, etc.
– ¿Al momento de realizar este proyecto se tuvieron en cuenta las antenas situadas alrededor?
-Sí, las tuvimos en cuenta pero ya estaban cuando comenzamos con el proyecto. La verdad es que las antenas, al igual que la central eléctrica del ferrocarril estaban ubicadas en el lugar correcto, o sea, en el lugar más descampado de la zona que era este.
Estas antenas emiten contaminación electromagnética así que sería muy importante lograr que políticamente se decidiera hacer un cambio de tecnología. Esto va a demandar más inversión por parte de las empresas pero va a disminuir el daño a la gente y va a mejorar el servicio de las empresas.
ALUMNAS: Rocio Vena, Karen Gutierrez, Balzaretti Micaela, Callegari Dara (6º2ª).
